Brian Rosso: otro ejemplo de un país que persigue al mérito

Adrián Freijo – La sanción aplicada por la Asociación Argentina de Remeros Aficionados al remero marplatense demuestra la falta de consideración a su trayectoria y mérito personal.

El común de los mortales supo de Brian Rosso a partir de sus logros deportivos. Representante argentino en cada acontecimiento internacional en los últimos años, el remero -nacido en Córdoba pero con toda su trayectoria desarrollada en nuestra ciudad- representa un ejemplo de constancia y esfuerzo que puede medirse en agotadoras jornadas de entrenamiento, en la capacidad para sobreponerse a la falta de condiciones organizativas para preparar cada objetivo y sobre todo en un sostenido esfuerzo personal que no conoce de horarios, de situaciones climáticas o de cualquier otro impedimento para lograr aquello que se busca.

Hace pocas semanas se vio envuelto en una polémica con las autoridades de la Asociación, quienes lo definieron como «un atleta que hace lo que quiere» debido a una lesión que le impidió cumplir con el plan de entrenamiento resuelto para la especialidad. Lesión que, por otra parte, fue comprobada por los médicos de la delegación y que le impedía llevar adelante los ejercicios con normalidad.

Se dispuso entonces separarlo del equipo y se le comunicó que tenía reservado un vuelo desde San Miguel de Tucumán a Buenos Aires para hacer efectiva la sanción. Claro que esa notificación, por fallas organizativas, llegó al remero dos horas antes de la partida prevista y cuando se encontraba en Tafí del Valle, sitio de asiento de la delegación argentina para su entrenamiento. Imposible llegar a tiempo para subir al avión.

Lejos de asumir la desprolijidad, y también de toda lógica y razón, la Asociación dispuso la más dura sanción posible: suspender a Brian para integrar cualquier selección argentina durante seis meses, dejándolo de esa forma sin chance de participar en lo que es su objetivo máximo: los Juegos Olímpicos de Tokyo.

“Estoy a 40 días del momento más importante de mi vida. Hace 7 años que soy el singlista de Argentina, en estos años me mantuve invicto a nivel Sudamericano y durante 4 años estuve entre los tres mejores de América. Lo único que me importa en este momento es clasificar a TOKIO”, había sostenido Rosso en un comunicado que lleva su firma y que intentó hacer reflexionar a quienes, sin duda alguna, ya habían tomado la decisión de correrlo.

Una vez más, como tantas otras, los deportistas argentinos son víctimas de dirigencias incapaces, caprichosas y malintencionadas. La falta de profesionalidad de quienes rigen los destinos de esta y otras asociaciones suele hacer que pierdan de vista el esfuerzo de los atletas y las condiciones a veces míseras en las que deben desarrollar su preparación.

Ya en los JJOO de Río 2016 Brian Rosso y su compañera Lucía Palermo, los dos representantes nacionales en single scull, habían sufrido las consecuencias de esta falta de capacidad dirigente. Porque pese a ser los únicos dos remeros argentinos que se preocuparon por ser los primeros en llegar a la Villa Olímpica, con el fin de aprovechar los días previos y hacer reconocimiento de cancha con sus botes, se encontraron con que los mismos…habían quedado olvidados en Buenos Aires. Una verdadera vergüenza que lo privó de competir en plenitud de posibilidades.

«Lejos el peor momento de mi vida…me arruinaron» sostiene hoy el remero en sus redes sociales.

La sanción, concretada en una fría nota personal que reproducimos a continuación, se enmarca en una situación de falta de respeto a su trayectoria y a su dignidad de deportista y ser humano. Y exige que alguna vez el deporte argentino tenga su «Nunca Más» que ponga punto final a tanta incapacidad, soberbia y torpeza de una dirigencia que nunca supo estar a la altura de las circunstancias.

Por lo pronto, una nueva puñalada a la ilusión de un deportista ayuda a agrandar la herida.

Carta de la Asociación Argentina de Remeros Aficionados comunicando la sanción a Brian Rosso:

Fuente: Libre expresión

NOTA: una pena lo que pasan con muchos deportistas en Argentina.